El arte siempre logra impresionarnos, pues ya sea a través de la pintura, la escultura, la literatura, la danza, la música y la arquitectura tienen la capacidad de transmitirnos miles de emociones y pensamientos. Lamentablemente y como lo hemos visto en varias ocasiones, el hombre es su peor enemigo, pues nunca falta quien lo arruina por andar de gracioso, justo lo que pasó con este hombre.
Resulta que hace algunos días en el Museo de Possagno en Italia, ocurrió una verdadera desgracia. Un turista de origen austriaco destruyó una obra de más de 200 años de historia y como podrán imaginarse, fue por tener un bello recuerdo de su recorrido por ese lugar, el cual reúne la gran mayoría de las esculturas del artista Antonio Canova, figura clave del movimiento neoclásico de la pintura italiana.
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¿Cómo estuvo la cosa?
De acuerdo con El País, todo sucedió el pasado viernes 31 de julio, cuando el hombre se encontraba turisteando por el museo junto a un grupo de personas. Todo iba normal hasta que de repente se le ocurrió la grandiosa idea de tomarse una foto para presumirla en sus redes sociales. El problema no era que se sacara una selfie, lo grave fue que se sentó sobre una escultura y le rompió dos dedos.
Al darse cuenta de lo que había hecho, se hizo pato durante el resto del recorrido (que era muy poco) y al terminar dijo “patitas pa’ que las quiero’. Se fue del lugar sin declarar absolutamente nada y minutos más tarde los guardias de seguridad se percataron de lo que había pasado, y aunque este turista pensó que ya la había librado, por supuesto que las cosas no se iban a quedar así.
Gracias a las cámaras que hay dentro del museo y al registro de visitantes (pues para entrar se necesita comprar un boleto por internet), pudieron identificar al turista culpable de destruir la obra de Antonio Canova. Al enterarse de que era noticia en su propio país por lo que había hecho en Italia, no le quedó de otra mas que entregarse, aceptar su responsabilidad y disculparse por lo que hizo.
Hasta el momento no se sabe qué pasará con este turista, pues su caso se encuentra en la fiscalía italiana y las autoridades están evaluando su situación. Pero hablando de la escultura mutilada, el Museo de Possagno informó que en las próximas semanas hablarán con los expertos que hay en todo el país para buscar restaurarla. Menos mal que aún tiene solución.
Y a todo esto… ¿cuál fue la obra que rompió este hombre?
La obra que este hombre tan despistado rompió es el modelo previo en yeso que Antonio Canova utilizó para esculpir en 1805 en mármol la “Paolina Borghese” (también conocida como “La Venus Victoriosa”). Este es un retrato de Paulina Bonaparte, hermana de Napoleón, en el cual el artista la idealiza como la diosa Venus acostada en un lecho.
Esta escultura fue un encargo del marido de Paulina, el príncipe Camillo Borghese, tras su boda, y Canova la realizó entre 1805 y 1808 en Roma. Tras ser terminada, la llevaron a la residencia de Camillo Borghese en Turín, luego pasó a Génova, y alrededor del año 1838 volvió a Roma para ser expuesta en la Galleria Borghese donde permanece desde entonces.
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