Hoy es el último día de septiembre. En ocho meses, los sinaloenses irán a las urnas a elegir gobernador, presidentes municipales y diputados al Congreso del Estado en la elección local. En materia electoral se dice: fecha fatal. Es decir, llegará la elección porque así lo marca la Constitución mexicana y sinaloense. Desde ya los actores políticos muestran sus aspiraciones.
Algunos abiertamente, en muchos casos inclusive con acciones que serán, sin duda, atacadas en el órgano electoral administrativo y en los tribunales. Por supuesto, si llega a ser competitivo en la elección, incluso si gana. Otros, ni siquiera serán tomados en cuenta. Otros están siendo señalados con publicación de sus antecedentes políticos. No es difícil buscarlos en estos tiempos del internet.
De perfiles y realidades
Por ejemplo, las redes sociales hacen que una persona, de más de 50 años, sola o enfadada de su matrimonio o relación sentimental, empiece a navegar por las redes sociales, sin importar el sexo. En ese momento basta que ponga su edad o antecedentes escolares de educación básica, para que le lleguen solicitudes de contacto de sus antiguos compañeros.
O bien, entre esa persona a buscar contactos con perfiles que en las redes sociales le parecen atractivas. Por supuesto, esa persona buscará también presentarse con su mejor foto y antecedentes. Contando un resumen lo más atractivo posible de su vida desde la separación o el alejamiento con esa etapa de su vida. Poco tiempo después más de una persona le contacta. Y ambos se cuentan cosas de sus vidas maravillosas. Acuerdan, en algunos casos, incluso verse en persona.
Ese día se descubren que no son lo que dicen sus perfiles de redes sociales, ninguno de los dos. Quizá sí empiezan a ver que sus traspiés, errores, aciertos, y sobre todo, anhelos, si los hacen compatibles. Entonces, puede nacer una nueva relación.
Que generalmente se agota al poco tiempo, pues las dos personas siguen buscando lo que no pudieron lograr desde niños y jóvenes. Nunca dejan de buscar, pero no pueden encontrar, pues a quienes buscan están en otro escenario social.
Porque lograron un ascenso socioeconómico o nivel cultural que les deja de lado cualquier compatibilidad. En ese caso la soledad puede ser para ambos. Los que anhelan y los que llegaron al lugar anhelado.
De actores políticos y elección
Retomando este ejemplo de socialización en redes sociales, analicemos a los aspirantes a una candidatura, las de la elección del 2021, por ejemplo. En el momento que cada aspirante manifiesta su intención de ser candidato, los eventuales competidores empezaran: Primero, guardar todas las evidencias posibles para atacarlo legalmente en caso de que logrará la candidatura, que ganara, o ambas. Segundo, buscar en todos los archivos posibles sus antecedentes sociales, políticos y económicos.
Tratando, en todo momento, de darle un giro sensacionalista y negativo a lo que vayan localizando. Por ejemplo, expedientes que ya nadie mencionaba, volverán a ser retomados en medios de comunicación o columnas políticas.
Tercero, intentar por todos los medios hacer abortar las aspiraciones, y, si se logran las candidaturas. Cuarto, si llega a la etapa de campaña electoral, atacar su activismo y preparación de estructura electoral. Finalmente, por un lado, el día de la elección, trabajar en contra de ese candidato que, según sus contrincantes internos, no era el indicado, sino ellos mismos; y, por el otro lado, desde el día siguiente de la elección, iniciar el uso electoral del primer punto.
Párrafos: De “ring a bell” y Sabina
Esta es una expresión en inglés que significa: le suena a algo esto. Es decir, alguna de las noticias, comentarios y trascendidos en columnas políticas, fotos, videos y grabaciones en las redes sociales. Todo eso que ya empezó a publicarse, circular y recopilarse en Sinaloa sobre diversos actores políticos. Por supuesto, hecho por otros que buscan descarrilar a los que se exhibe.
Cada uno puede publicar en sus redes sociales o interlocutores cercanos en los medios de comunicación lo que lo expone como una gran opción para el electorado. Mientras que los adversarios buscarán lo contrario. En ese sentido, cada uno sabe y debe cuantificar su propia historia. Porque no es que se busque una persona de su niñez, cuándo todavía podía aspirar a la inocencia y alegría.
No, va a buscar a personas empoderadas, con el máximo poder en un régimen democrático: el voto, libre y secreto. Arma que han consolidado todos los mexicanos y sinaloenses. Nadie va a permitir que lo embauquen en la soledad de la mampara electoral.
De eso deberían de tener consciencia los que aspiren a una candidatura en Sinaloa. Todos deben de recordar la canción de Joaquín Sabina, 19 días y 500 noches. Van unas líneas por sino las conocen:
“Dijo “hola y adiós”, y el portazo sonó como un signo de interrogación, sospecho que así se vengaba a través del olvido Cupido de mí. No pido perdón. ¿Para qué? Si me va a perdonar porque ya no le importa. Siempre tuvo la frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta. Me abandonó como se abandonan los zapatos viejos…”
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