Algunos temen que diga Hail PRI
Laboratorios Oscorp.- AMLO, el presidente de México, se encontró con el COVID a muy temprana hora de la pandemia. Luego de despertar lo mejor y lo peor de internet, el mandatario guardó reposo muy a la de Goku en Namek. En el exilio mental, y dentro de un gran tanque que hace sonidos raros, el destino del Tlatoani estaba a la espera de un nuevo mañana. Sin dejarnos sorprender por el 2021, el rey ha regresado.
Cuando los panistas menos lo esperaban, reapareció. Todos los intentos por tomar el poder, y Ricardo Anaya en su tour por mil pueblos de la periferia, tuvieron que ser cancelados. Lo primero que vimos fue una escena digna de los sueños más húmedos de Lord Molécula: un hombre alto, artesanal, 2 metros de estatura, músculos sobre los músculos. Un Steve Rogers de visita por la Lagunilla. Vengador de día, paciente del IMSS de Nacozari por el resto de la noche.
“Esta era la cuarta transformación de la que nos hablaron”, declaró Marko Cortes al contemplar al hombre tabasqueño de sus sueños. Tan pronto ocurrió su regreso, un aire de incorruptibilidad irrumpió al universo. Seres parasitarios como Noroña, Barbosa y Elba Esther se desintegraron en presencia de la pureza. Todas las dudas del pueblo, sembradas por un gobierno hablador e ineficaz, se vieron disipadas.
El despertar del tigre comenzaba aquí, con Andrés Manuel López Obrador… segundos después despertó sin piernas al lado de Ash y Oliver Atom.
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