Águilas levantan vuelo

Comienzan a verse los frutos del trabajo de Solari. Llegó al nido sin estridencias y de a poco fue permeando su impronta en un equipo que día a día parece tener más claro su modelo de juego.

Al inicio del torneo, siendo un conjunto en formación que todavía no mostraba una idea futbolística nítida, como es lógico ante la llegada de un nuevo técnico, los resultados acompañaron posibilitando la generación de un proceso de seguridad colectiva e individual en algunos jugadores. Tiene razón Valdano cuando dice que “los equipos son estados de ánimo”, la generación de confianza es la plataforma más fértil para poder legitimar las nuevas ideas. De no ser por la sanción de hace unas pocas jornadas, las Águilas a esta altura serían líderes en solitario.

De acá en más podrá ganar o perder como le sucede a todos los entrenadores del mundo, pero la llegada de gente como Santiago hace bien a la Liga MX.

Cultor de una forma de manejarse donde prima un sentido común que me hace recordar por momentos al talante de Vicente del Bosque, engloba en su persona características que pueden aportar mucho valor.

Su latinoamericanidad, no sólo por su nacimiento y carrera futbolística en Argentina, sino por haber vivido en distintos países de la región (incluido México) por la actividad de su padre que fue también entrenador, le otorgó las herramientas para tender los puentes culturales que muchas veces terminan siendo escollos infranqueables que dinamitan proyectos de cuerpos técnicos formados en Europa que son incapaces de embonar sus capacidades con la idiosincrasia local.

No era fácil cubrir la vacante de Miguel Herrera, que por méritos propios tuvo un gran paso por Coapa, pero Santiago, silbando bajito, está cubriendo con creces las expectativas que generó su llegada.

Comparando el presente de Chivas con el del América, se podría abonar la teoría de que los rivales antagónicos son vasos comunicantes, pero la realidad marca que, fuera de la gran superioridad que mostraron los azulcrema en el duelo del domingo, no hay correlación directa entre ambas actualidades.

Dicen que Amaury Vergara aprendió de las turbulencias que sufrió el club durante la gestión de su padre que no hay mejor consejera que la estabilidad.

Así como sería una gran noticia que no haya bandazos institucionales, sería muy importante seguir buscando internamente soluciones futbolísticas y dejar de sobreactuar ofreciendo renuncias públicamente que poco favor le hacen al equilibrio institucional.

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