El duelo sigue y no es para menos. Guadalajara sigue recordando la humillación del pasado domingo en el Clásico Nacional, donde sus Chivas no metieron ni las manos.
En todas las comparaciones, el Rebaño no apareció ni en lo físico ni en lo futbolístico ni en lo mental.
El Guadalajara dejó una imagen patética en su campo frente al odiado rival y le costará mucho trabajo levantarse de un golpe tan fuerte.
Desde que terminó el partido, varios pedían la cabeza de Vucetich, pero quiero dejar bien en claro que Víctor y su capacidad están por encima del plantel que maneja. Guadalajara tiene mucho mejor entrenador que jugadores.
Además, Vucetich no llevó a ninguno de los refuerzos que costaron 50 millones de dólares y que ya demostraron que no sirven para nada.
El que sí corre riesgo es Peláez, quien ha tenido una pésima gestión y que ya se gastó el presupuesto de varios años con jugadores mediocres que urgentemente tendrían que pedir su venta, porque ya demostraron que no pueden vivir con la presión de vestir una camiseta como la rojiblanca.
Pobres Chivas, porque son la burla nacional.
Pobres Chivas, porque no juegan a nada y ni siquiera tienen amor propio.
Pobres Chivas, porque el futuro se ve sumamente negro.
Pobres Chivas, porque no pueden vender a todo el equipo.
Pobres Chivas, porque tardarán muchos años en volver a ser campeones.
Pobres Chivas, porque sus jugadores no respetan la camiseta y la historia de la institución.
El Guadalajara está en serios problemas y Amaury tiene que tomar decisiones. Hay que cambiar muchas cosas, se necesitan otro tipo de jugadores y no hay dinero. Pobres Chivas.
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