CIUDAD DE MÉXICO.
La iniciativa modificó el 9 de agosto de 2019, el Artículo Segundo constitucional, para que los pueblos y las comunidades de afroamericanos formaran partede la nación pluricultural que es México, sin dejar de decir que por supuesto son mexicanos como todos pero que no estaban reconocidos como las culturas ricas y diversas que son.
Habla la senadora Susana Harp Iturribarría, que tras once meses de intenso trabajo entre sus pares y los propios pueblos afroamericanos logró la aprobación de una ley que otorga los mismos derechos a estas comunidades que los que tienen los pueblos indígenas.
La riqueza estriba, a decir de la tambien cantante, que pueblos afroamericanos se encuentran en la costa chica de Guerrero, donde bailan de manera similar, tienen una cosmovisión similar y preparan un comida similar.
A diferencia de la región que comienza en la zona del Sotavento, que empieza en Oaxaca, y va hacia la región afrojarocha. Que abarca hasta Tabasco, y tienen usos diferentes a los de Guerrero.
En la parte norte, agrega Susana Harp en entrevista, en Coahuila, en el Municipio de Múzquiz, hay una comunidad muy importante. Son afrodescendientes de trabajadores que cruzaban la frontera de Estados Unidos para ser libres. Y con el presidente Juárez se les asignaron territorios, tanto a negros mascogos como a Kikapus, que son binacionales.
Es importante recordar que la ley establece, además, que los afrodescendientes mexicanos tienen ya los derechos equiparables a los indígenas, además de garantizar su libre determinación, autonomía, desarrollo e inclusión social.
La modificación constitucional incorpora de manera plena a los pueblos y comunidades afromexicanas a la jurisdicción del Estado mexicano y al régimen de derechos humanos establecido en la Constitución, quienes, por diferentes motivos, fueron sujetos de una discriminación estructural que propició su invisibilidad histórica, cultural e institucional por siglos; ya que no fueron considerados un grupo social relevante en la conformación de la Nación mexicana.
"La invisibilidad que han sufrido estos pueblos es la peor discriminación que se pueda enfrentar. Los pueblos indígenas han estado ahí con sus pros y sus contras, pero ahí han estado, pero los pueblos afros, desde que se abolió la esclavitud dejaron de ser contados, registrados, por los dueños de las ganaderías, mineras. Pasaron a ser parte de la población pero fueron desconocidos socialmente. Ya los nombramos con la ley del 2019, porque lo que no está nombrado no existe. Logramos en luchas iniciadas desde hace 20 años por organizaciones sociales y artistas que el Inegi ya los contara, agrega.
Tenemos casi 2 millones 600 mil personas que se reconocen como afroamericanos, dice Harp. Están en el tercer lugar numéricamente hablando como culturas. Ahora estoy pugnando para que ses proteja en la migración y no los puedan estar bajando de los camiones y haciéndoles cantar el himno nacional, y hasta deportarlos enfatiza quien además busca se les incluya en leyes de vivienda, salud, etcétera.
Susana Harp concluye recordando que Vicente Guerrero y Morelos eran afrodescendientes. Dice que los afroamericanos han estado en todas las luchas de México. Son una cultura originaria. En el momento en que se constituye México como nación, pues ellos ya llevaban aquí 300 años.
La senadora Susana Harp informa que ya presentó una serie de iniciativas para fortalecer la ley que a dos años de promulgada todavía no es suficiente. Aún impera el racismo.
"Tengo muy clara la ruta a seguir. De momento ya hay diputados y diputadas reconocidos como afroamericanos. Desde 2007 empecé esta lucha, he grabado discos con canciones de costa Chica, para apoyar a visibilizar estas culturas, y seguiré pugnando para lograrlo totalmente.
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